Trastornos perinatales: síntomas y prevalencia

En la entrada “Trastornos perinatales: qué son” os contaba sobre los factores que influyen a la hora de desarrollar un trastorno psicológico asociado al embarazo o parto. Vamos a conocer más detalles sobre cada uno de estos trastornos. 

Depresión perinatal: aproximadademente de un 6,4% y hasta un 12,9% de mujeres sufren algún grado de depresión después del parto. Los síntomas de esta depresión son lo siguientes: estado de ánimo depresivo, disminución del interés (por el bebé), trastornos del apetito, trastornos del sueño, agitación, fatiga, sentimientos de inutilidad o de culpa, dificultad para concentrarse, pensmientos agresivos hacia el bebé o hacia sí mismas.

Importante: durante las dos primeras semanas después del parto se puede producir el conocido “baby blues”, que NO es una depresión. Sus síntomas son: labilidad emocional, tendencia al llanto y reactividad emocional. Predomina un estado de ánimo positivo/felicidad y la autoestima no se ve afectada. Puede durar hasta dos semanas, aunque frecuentemente el estado de ánimo se estabiliza después de 3 a 5 días.

Trastorno de pánico perinatal: ocurre hasta en un 11% de las madres primerizas. Los síntomas son: nerviosismo, ataques de pánico reincidentes (hiperventilación, dolor de pecho, palpitaciones), preocupaciones o miedos.

Trastorno obsesivo compulsivo perinatal: se estima que del 3 al 5% de las madres primerizas lo sufren. Consta de dos factores: la obsesión (pensamientos persinstentes o imágenes mentales repetitivas relacionadas o no con el bebé) y las compulsiones (hacer determinadas cosas una y otra vez para reducir el miedo y la obsesión). Además, un síntoma típico e importante es un sentimiento de horror acerca de las obsesiones. Lo que diferencia el trastono obsesivo compulsivo de la psicosis es que en el trastorno obsesivo compulsivo las mujeres saben que sus pensamientos son extraños.

Trastorno por estrés postraumático perinatal: del 1 al 6% de las mujeres experimentan este trastorno después del nacimiento. Surge como respuesta a una experiencia vivida como amenazante durante el parto. Los síntomas son los siguientes: repetición del trauma vivido a través de recuerdos intrusivos, sueños o pesadillas, evitación de las actividades y de situaciones que recuerdan al trauma y un estado de sensibilidad aumentada (hipervigilancia insomnio, irritabilidad).

Trastorno de psicosis perinatal: ocurre en aproximadamente 1 a 4 de cada 1000 partos, es decir en un 0,001% – 0,004% de los casos, siento el trastorno menos frecuente de todos. Se estima que de ese 0,001% en un 10% se produce un infanticidio o un suicido. Los síntomas más típicos son: delirios (pensamientos alejados de la realidad), alucinaciones (percepciones de algo que no existe), irritabilidad, hiperactividad, insomnio y cambios de temperamento. En este caso, y a diferencia del trastorno obsesivo compulsivo, la persona afectada considera adecuados o correctos los pensamientos generados, por ejemplo “mi bebé está poseído”.

Si tienes dudas, si crees que puedes estar sufriendo alguno de estos trastornos o simplemente quieres recibir información, acude a un profesional de la salud, como puede ser un psicólogo y/o un psiquiatra.

La detección y la intervención temprana pueden proteger la salud de la madre, del bebé y de toda la familia. Por eso, es importante que se conozcan estos trastornos y poder hablar de los síntomas sin tabús.

Porque les ocurre a muchas personas.

Porque no estás sola.

Porque puedes recibir ayuda.

sigue leyendo

Sin duda, la vuelta a casa por Navidad es uno de los momentos más emotivos del año. Suele ser una ocasión en la que se reúne la familia completa e incluso se ven a otros...

Mudarnos y adaptarnos a otro país es una de las experiencias que más autorregulación emocional requiere. Se producen muchos cambios a los que nos tenemos que adaptar para encontrarnos bien. Entender lo que ocurre en...

Los pensamientos intrusivos son pensamientos vividos como involuntarios y que nos generan mucho malestar por su contenido. Son pensamientos que chocan con nuestros valores, que no son “típicos” de nosotros y que nos generan miedo...